Malaquias 3
Malaquias 3
- Anuncia el envío de Su mensajero, con una labor de drástica purificación y justo castigo (vv. 1–5).
- Vs. 1 El mensajero – Juan el Bautista Mateo 11:10
- Vs 1 Jesús es el Señor que viene a su Templo a quien ellos buscan, pero como vemos en Juan 1:11 no le recibieron
- Vs 2 Aun no se cumple en su totalidad esta parte de la profecía, pero vendrá…
- Vs 3-5 Vendrá a afinar como a la plata o al oro
- Con dureza
- Reprende luego al pueblo por el incumplimiento de los diezmos (vv. 6–12).
- Vs 6 La misericordia y la fidelidad del Señor
- Vs 7 Dios siempre da una salida, una manera de rectificar el camino
- Vs 8-11 El Diezmo
- Resulta que parte del diezmo era para ellos mismos, y cada 3 años era para los necesitados, y en esto le habían fallado a Dios
- No es como queramos, es como Dios dice
- Vs 12 Si hacemos las cosas como el dice, hay bendición visible aun por los incrédulos
- Promete establecer una diferencia visible entre el justo y el impío (vv. 13–18).
- Vs 13-15 El menosprecio por el hacer lo justo
- Una recompensa Temporal
- Vs 16-18 La recompensa por hacer lo justo
- Una recompensa Eterna
- Vs 13-15 El menosprecio por el hacer lo justo
Malaquias 3
1 He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.
2 ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores.
3 Y se sentará para afinar y limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en justicia.
4 Y será grata a Jehová la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, y como en los años antiguos.
5 Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.
6 Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.
7 Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos?
8 ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.
9 Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.
10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
11 Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos.
12 Y todas las naciones os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos.
13 Vuestras palabras contra mí han sido violentas, dice Jehová. Y dijisteis: ¿Qué hemos hablado contra ti?
14 Habéis dicho: Por demás es servir a Dios. ¿Qué aprovecha que guardemos su ley, y que andemos afligidos en presencia de Jehová de los ejércitos?
15 Decimos, pues, ahora: Bienaventurados son los soberbios, y los que hacen impiedad no sólo son prosperados, sino que tentaron a Dios y escaparon.
16 Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre.
17 Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve.
18 Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.
